jueves, 28 de marzo de 2013

18 años

A los 18 años no pasa por la mente el encuentro con la muerte, a esta edad solo da tiempo de disfrutar los ratos de ocio, que son extensos, para jugar basquetbol, soccer, oir musica, leer libros, ver tele, etc.

El trabajo, a esa edad , se observa como una variación del juego, se disfruta y se ve sin compromiso, sobre todo si el trabajo no es remunerado y es para la mejora de la vivienda que habitas.
El ser ayudante de albañil me dió mucho aprendizaje desde la forma de pensar de los arquitectos e ingenieros asi como de los trabajadores de la construcción. Conoce uno los materiales, herramientas y sobre todo hace uno un ejercicio físico impresionante que desemboca invariablemente en el bienestar de la persona. Otro aspecto que se goza es la comida, pues debido al extenuante trabajo de mover palas, preparar mezcla , cargar tabiques, cernir arena, amarrar varilla, acaba uno con un apetito feroz que a la hora de la comida se satisface uno hasta con unos simples tacos de huevo con frijol, no se diga de los bisteces empanizados y en días de colado donde es mayor la demanda física, carnes asadas o platillos mas sofisticados.

Ciro, el maestro albañil y primo, me enseño las artes de la construcción incluso los albures refinados y el deleite de probar pulque, natural, curado y preparado (con refresco lulu de grosella).
En la escuela Vocacional yo llevaba el taller de electricidad por lo que fui comisionado para montar toda la instalación de la nueva casa, siendo asi otra de las causas para trabajar junto con la albañileria y poner en practica mis conocimientos. Cabe mencionar que en la Voca no te enseñan a ranurar las paredes, lo cual fué la labor mas dura de romper muros para incrustar las tuberias para la electricidad.

El 24 de diciembre de 1988 decidieron Ciro y mi papa que sería el dia de colar la losa de la planta alta de la casa, los boteros llegaron muy temprano para empezar la faena de "palear" y "botear", todo estaba listo, el emparrillado de las varillas estaba terminado y yo un poco desvelado pues el dia anterior habia sido la "Navidad anticipada" de casa.
Las labores estaban ya a mas de la mitad de avance cuando ocurrió lo inesperado. Desde una altura de 6 mts cai directo al suelo al intentar subir por el andamio cuando estaba supervisando que las mangueras no quedaran aplastadas. Recuerdo perfectamente cada uno de los momentos de la caida y posteriores a ella.
Del golpe de mi cabeza contra el suelo tengo perfectamente grabado el instante de sentir en su totalidad la fuerza de atracción de la tierra pues aunque ya habia ocurrido el impacto sentía como la sangre queria escapar de mi , sentia como me jalaba la tierra hacia ella. Me quede aturdido, tengo grabada la voz de mi hermano que al momento de voltearme boca arriba me decia: mira nada mas "carnalin" lo que te pasó.
Yo no podia abrir los ojos por 2 razones, una porque me habia caido en los ojos la arena y cemento del bote que iba cargando al momento de la caida y la segunda, racional, porque no me quería ver como habia quedado, me negaba a ver la realidad.
Entre varias personas (que no veia) me llevaron cargando a la sala de la casa, los gritos de mi mamá, papá y vecinos me aturdian, alguien dijo : hay que traer al doctor!  Otra persona por ahi le reclamaba a Ciro porque me habia puesto a trabajar en eso! solo los oia no veia nada.
El doctor de la familia llegó muy pronto, Ricardo habia ido , en su VW blanco, por el a su casa y aunque era 24 de diciembre afortunadamente si se encontraba disponible para atenderme. Al llegar aplicó un protocolo muy inteligente a mi manera de pensar ya que hizo que yo solo moviera una a una las extremidades de mi cuerpo para descartar fracturas, me hizo preguntas de ubicación en espacio y tiempo a las cuales respondí sin complicacion y para descartar el problema de la visión me limpiaron la cara, quitando la sangre que tenía y haciendo que abriera los ojos arenosos. Finalmente vi la silueta del Doc, confirmando que todo estaba bien y que solo era el golpe severo.
Ese 24 de diciembre toda la familia se fué muy temprano a dormir, mas temprano que de costubre todos los 24´s. Yo no me pare en todo el dia desde que ocurrió el accidente (alrededor de las 11am) sino hasta el 25 al mediodia. Percibi que mi mamá si se estuvo levantando por las noches a verme para observar como estaba. Me levanté al baño el 25, no habia espejo, por lo que pase tranquilo en él. En la casa de al lado, las tias estaban en su desayuno y pase a saludarlas, todavia me sentia aturdido y con una sensación de piquetes de aguja en el cuello que a la fecha no me explico que pudo haber sido. Recuerdo que le decía a Héctor: revisame, a lo mejor tengo astillas clavadas, pero no encontró algo.
Pase finalmente a su baño ese dia para que me lavaran el cabello pues lo tenia lleno de arena y cemento todavia. Ahi si hubo espejo, me vi sin quererme ver , toda la cara con hematoma, sangre coagulada en la nariz que hacia que percibiera un olor a putrefacción. El susto ya había pasado.
Estuve cerca de la muerte con 18 años de edad pero solo me doy cuenta de ello 35 años despues.




jueves, 21 de marzo de 2013

23 de diciembre

La navidad anticipada, así es como la he conocido desde que guardo mi memoria. Cumpleaños de Doña Victoria Nieves, Doña Vito, Mama Vito, Abuelita, Abue, Vitorita, tantos nombres de cariño para ella, que tuvo con Gregorio Moreno 6 hijos una de ellas mi mamá.
La fiesta de vísperas a Noche Buena era una reunión de mínimo 80 personas, al principio era en el Olivar del Conde, se reunían los hijos nietos, bisnietos, tataranietos y amigos de la familia, la casa de Elvira y José, era el evento mas esperado por todos, era una posada tradicional mexicana, con letanía, pedir posada, luces , cohetes, velas, piñatas, baile, no recuerdo a que hora terminaba.
Posteriormente vinieron las enfermedades que carcomieron a los tíos y la fiesta mudó de sede a Izcalli y mas tarde a Juana de Arco.
Aun así los hijos y nietos seguían la tradición la cual empezó a tener cambios a la muerte de los esposos cabeza de la familia Mendoza Moreno, sus hijos empezaron a retirarse y vino la primera reducción de asistentes.
Los primos empezaron a casarse algunos prosiguieron el evento y otros ya no, por supuesto los hijos seguían a los padres y se fue multiplicando por "n" el numero de ausentes.
Hay testimonios que quedaron en cinta de película de 8mm grabada por el tío Poncho y bastantes fotografías tomadas por varias personas, muchas de ellas refrescan la alegría de esos momentos inolvidables, captaron el instante de felicidad pura.
Vino el fallecimiento de Doña Vito en el 92 y la segunda gran reducción de asistentes, ahora solo acuden la mitad de los que solían ser.
La celebración/conmemoraciòn consta ahora de una misa previa a la posada y una comida-cena que trata de hacer que confluyan las familias nuevamente.
Aun cuando los cambios han ido transformando esta fiesta, queda la esencia del motivo. Confirmando que la mejor manera de trascender en esta vida es quedar en el corazón de las personas. Esa era la labor de la abuelita y de alguna manera sigue entre nosotros incluso de alguna forma entre aquellos que no tuvieron la fortuna de conocerla en persona.
Chela realizó el dibujo con lápiz a color del retrato de Mama Vito, pienso que lo dibujó desde el corazón pues los trazos, especialmente los de sus ojos, irradian esa mirada que conocí, de amor,  de aquellos ojos color gris claro, un color de ojos que la hacia diferente
Ahora nuestros hijos siguen con esta labor, espero que no se corte en algún momento en el futuro, quisiera que ellos vivieran momentos de felicidad como yo los he tenido y quiero seguir teniendo.
Que hacemos el 24? dormir temprano, la verdadera navidad es un día antes: el 23 de diciembre. 

lunes, 11 de marzo de 2013

Iztaccihuatl

Esta es una vista diaria matutina que tengo el privilegio de disfrutar desde casa. En invierno se puede ver una gama de colores que van desde el violeta hasta el rojo encendido de una belleza indescriptible.
En 1994 al lado de 4 personas subimos por el lado de la Cabellera, según recuerdo dejamos el carro en el pueblo de San Rafael , muy temprano un día sábado, y empezamos la caminata al lado de los ductos que bajan el agua del deshielo, los guias eran 2 personas con experiencia que ya habían escalado hasta la cima y mis otros 2 compañeros, que igual que yo iban por primera vez.

Dicen que escalar montañas son retos personales pero a los 24 años de edad yo no pensaba en detalles tan superiores como ese.

Las instrucciones habían sido claras: llevar botas de uso rudo, ropa de algodón, chamarra, gorra, lentes para el sol, bolsa de dormir, agua y comida. El plan era dormir en la cúspide y bajar al día siguiente.
En la mochila llevábamos cada quien un sleeping (nuevo) comprado exclusivamente para la ocasión, un cambio de ropa de algodón , una navaja multiusos Victorinox, botellas de agua y comida en lata , por cierto uno de los botes era de pozole y me di cuenta que con hambre cualquier comida enlatada es el mejor platillo que puede haber para saciarse. Las botas eran para trabajo rudo de las que usábamos en el trabajo para subir las torres de telecomunicaciones.

La caminata se hizo ligera pues hay mucha gente intentando hacer lo mismo en las primeras 3 o 4 horas, ya después solo encontramos a alguno que otro alpinista y al llegar al lugar que pernoctamos tras 12 hrs de camino, solo eramos nosotros los que estábamos ahí. El guia se detenía cada 30 o 45 minutos para preguntar a Carlos si se sentía bien pues su recién descubierta Diabetes hacían que existiera preocupación por su salud. Al llegar al sitio donde empezaba la nieve decidimos parar pues no traíamos equipo para ello y ahí fue donde buscamos lugar para acampar.
Carlos se midió el nivel de azúcar , el cual registró 35!!
No estoy seguro si era la altitud del lugar pero me pareció que hubiera podido tener un coma diabético si era real ese nivel tan bajo de azúcar. Finalmente la solución fue muy simple, se tomó una lata de Coca Cola y los niveles subieron a 85!!

Después del rito de preparar el terreno para acampar y encender la fogata debíamos dormir tranquilamente pero los perros silvestres  que merodeaban la zona (dudo que hayan sido lobos o algo así) anduvieron husmeando el lugar. Aun cuando no descansamos completamente la aventura fue incomparable. La telefonía celular ya tenía cobertura haya arriba, eran tiempos modernos.

Existe una foto de 2 de mis compañeros posando a la cámara con sus pasa montañas, sin saber el lugar cualquiera podría firmar la foto diciendo: "en algún lugar de la selva Chiapaneca"..... El Sub Marcos. Ya que unos meses atrás había saltado a la fama un 31 de diciembre.