miércoles, 19 de julio de 2017

La Guerra de las Galaxias

Eran un par de cines gemelos, ALFA y OMEGA, ubicados en la calle de Luis Moya entre Ayuntamiento y Victoria del centro histórico cerca de la Alameda Central, con unas pantallas enormes, tanto que a los ojos de un niño de 7 años eran más que inmensas, en alguno de ellos entramos esa tarde, íbamos de la mano de Estelita , Pedro y yo , entramos a ver una película que se llamaba La Guerra de las Galaxias, presentada en aquel tiempo sin tanta parafernalia, solo buscábamos entretenimiento pero el resultado después de verla fue algo fabuloso, sorprendente, inesperado,  me imagino los ojos de aquellos 2 niños que salieron de la función , deben haber estado radiando  mucho brillo ante la mezcla de sentimientos: de alegría, incredulidad de lo que presenciaron y mucho asombro ante las imágenes de naves espaciales haciendo persecuciones en ciudades galácticas, seres robóticos y sobrenaturales, paisajes del espacio cósmico bellísimos,  me atrevo a decir que es sin duda, para mi generación, un parteaguas tanto en la vida del cine como en la vida fuera de él.

Con La Guerra de las Galaxias  presencié un salto enorme de percepciones y realidades, como es el ver figuras o personajes (no fingidos) como los que simulaban ser reales en King Kong (versión a color de 1976)  o en Flash Gordon (versión de 1980 musicalizada por Queen) pero que aun se veían muy, pero muy falsas, como muñecos movidos por hilos al estilo  de las películas de “el Santo” , casas quemándose donde las llamas son mas grandes que la maqueta o ríos desbordándose donde el chorro de agua parece mas de cubeta que de una cascada de tamaño real. Con esta película de Star Wars la ficción se volvió realidad y ese es el tema que rompió paradigmas.
Hoy en día la saga de películas causa polémica entre los expertos del cine, quizá por lo comercial que se han vuelto, quizá por las historias repetitivas en los capítulos, quizá porque la tecnología ya los rebasó y la competencia es enorme con referencia a los efectos especiales, porque dejo de ser novedoso.

En cuanto al Soundtrack de este filme, realizado (por encargo) por John Williams,  guitarrista y director. Los puristas dedicados a la música dicen que una obra hecha por encargo generalmente no es auténtica y por consecuencia de poco virtuosismo pero, ¿qué hubiera sido de La música Acuática y la Música para Fuegos de Artificio de Haendel, hechas para acompañar al rey Jorge I y Jorge II de Inglaterra respectivamente en sus festividades? 

Joaquin Sabina se queja de lo complejo de hacer música por encargo en específico por  uno  que le hizo uno de sus amigos (el Sub Marcos) para una canción “Como un dolor de muelas”, para lo cual se tardó mucho en concluirla y para mi gusto salió desafortunadamente mala.

Para el soundtrack de Star Wars usando una orquesta  de música mal llamada “clásica” John Williams ha encajado perfectamente con la temática y con la idea de los directores que han llevado esta Saga a ser una de las mas Rentables en la historia del cine.
Por cierto y para finalizar, John Williams ha confesado que no ha visto uno solo de los filmes de Star Wars. ¿¿¿Qué???? Fue lo primero que pensé al leer su declaración. ¿Me perdí en algo?

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