Andres carne de res, el restaurante mas extraño que he conocido en los viajes que he realizado. Ubicado en las afueras de Bogotá, es una explosión de colores para tus ojos, esta confusión cromática hace que dificilmente puedas identificar el tipo de cosas que estan colgadas del techo o de las paredes.
El concepto barroco que tiene el lugar esta perfectamente cuidado hasta en el mas mínimo detalle. desde que entras hasta que sales siempre serás sorprendido por lo que ocurra allí.
El escritorio-recepción es una estufa rescatada de los fierros viejos, el menú es publicado como si fuera un periódico, la variedad de comida es internacional y los nombres de los platillos los hicieron con mucha creatividad.
El lugar ocupa una area de aproximadamente 1000 mts cuadrados, para que no te pierdas dentro del restaurante hay circuito cerrado de TV, tienes mas de una persona atendiendote a la mesa, mientras te entretienes con la decoración del lugar puedes ver pasar una persona disfrazada de oveja a la cual la esta persiguiendo un lobo, tambien veras a un grupo de monjes franciscanos, caminando y cantando cantos gregorianos, un grupo de cumbia colombiana recorre el lugar , cantando en cada mesa y amenizando el ambiente, si estas festejando algo te celebran con un pastel de utileria con velas de metal.
La cantidad de personas que trabajan en el lugar es incalculable, todos con la misma filosofia de trabajo, hacen de éste una especie de performance continuo.
Tienen pista de baile donde montan coreografias previamente ensayadas y bailan a la par del cliente.
Portaretratos que pareciera tuvieran fotos fijas, al paso de los minutos te das cuenta que son videos donde el personaje retratado cambia de posicion constantemente.
El momento estelar: el de la entrega de la cuenta. Te dan como utensilios dentro de un portafolios, una lampara, una lupa, una calculadora con numeros y teclas gigantes para que no tengas pretexto o excusa que no te salen las cuentas o que no ves el precio total de lo que hay que pagar.
